Siempre hay un roto para un descosido.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Abrázame como si fuese la última vez que sale el sol.

El sol está apunto de caer, miro como desaparece detrás de los edificios, levanto la mano y lo despido, mañana quizá volvamos a vernos, no lo echaré de menos esta noche porque ya tengo todo lo que quiero cerca de mi. Te miro estás a mi lado parece que no te das cuenta, con los ojos aún cerrado intentas articular una palabra y al abrir la boca un vaho ligero como el humo de un cigarrillo a medio apagar hiela el ambiente; ''Eh, que frío'' dices entre susurros, deslizas tu mano, atrapas una manta me la ofreces, acepto, a ti no soy capaz de negarte nada, enciendo la radio, sintonizo una emisora de mala muerte y, al instante estoy entre tus brazos de nuevo, una vez mas el cazador ha sido cazado. Frío dices, ¿Como no va ha hacer frío si tienes a la primavera presa en la mirada?.

Hablan de drogas duras, como si alguna vez hubiesen rozado tu espalda.


Podría escribir sobre este papel el medio millón de defectos que tienes, podría hablarte durante horas de lo mal que me has hecho sentir durante tantas noches, podría recordar cada uno de los lugares en los que hemos estado juntos y todas las noches que hemos pasado empapados en un portal, podría recitar en voz alta los nombres con los que me gustaba llamarte, podría señalar con los ojos cerrados cada uno de los lunares de tu cuerpo y estoy convencida de que no metería la pata en ningún momento, y también podría repetir el numero de veces que me dije a mi misma que no iba a ilusionarme como una niña, pero al final no serviría de nada, porque cariño, mereces entrar en el libro Guinnes de los records, solo por hacerme creer que sin ti, yo me apago. 

Cógeme de la mano y corre, escapémonos.

No preguntes porque el frío inspira mis letras, no preguntes porque los huracanes revuelven mi ya de por si alborotado corazón y por favor no preguntes porque el olor de las hojas y lavanda mueven mi mente hasta ti porque yo tampoco lo entiendo. Últimamente busco la suerte incluso bajo las piedras cuando antes ella me esperaba en todas las esquinas, ahora parece que se niega a aparecer. Y yo, que no soy quien para contarte las razones que tengo para buscarla, ni que ocurre entre mis dos pulmones, no soy quien para soñar con entrar en tu mente, y claro, ni falta hace decir que tu no eres quien para dedicarme unos minutos de tu vida antes de irte a dormir.

viernes, 12 de octubre de 2012

Abuelo.

No tengo ni idea, supongo que será cosa de que el tiempo anda revuelto pero te echo de menos. Siento que hoy me faltas mas que nunca, dicen que cuando menos te lo esperas vuelven los fantasmas del pasado ha hacer de las suyas y tu fantasma parece que ha decidido alquilarse un apartamento en mis pensamientos estos días, tranquilo, no pasa nada, tú siempre serás bienvenido. Aprovecho que tu recuerdo está presente para contarte que ha pasado estos meses en tu ausencia, las cosas han cambiado, no se si a mejor o peor o quizá mitad y mitad. Ahora en casa vivimos tres y tu habitación ha cambiado de dueño, lo siento, pero no soportábamos mas ver tus cosas en el mismo sitio, inertes y sin moverse. Hemos perdido algunas costumbres, no ha vuelto a entrar ningún periódico por la puerta, no hemos vuelto a ver un telediario y los Domingos por la mañana ya no son lo que eran. Pero no solo han cambiado las cosas, también han cambiado las personas. La pequeña de la familia ahora ya no es tan pequeña, está echa un remolino, puro terremoto. Los mayores también han cambiado, les han salido algunas arrugas mas, incluso me atrevería a decir que cierta persona ahora tiene patas de gallo pero el mismo mal humor de siempre. No la culpo, yo la saco de quicio. Yo, bueno, yo no he pasado por mi mejor momento ¿Sabes?, te he echado de menos y he pasado noches y noches sin dormir pensando en pedirte perdón, se que no estás enfadado, tu nunca lo estabas, pero yo si lo estoy y es conmigo misma, fui incapaz y cobarde por no ir a verte en tus últimos días pero sabía que pronto te irías y quería conservar de ti la imagen de ese hombre fuerte, de manos grandes que ha cuidado siempre de mi, que me ha protegido y mimado siempre. ¿Me perdonas?, ¿Me entiendes?, espero que si.
A pesar de que han pasado muchos meses desde que no estás aún no me acostumbro a poner la mesa para menos personas y siempre cojo un plato de mas, cuando me doy cuenta me paro, me doy la vuelta, dejo el plato y mil recuerdos vuelan a mi igual que las golondrinas, se aparecen anécdotas y memorias en mi mente y se proyectan como diapositivas, te veo a ti, en la cocina con una sarten enorme cocinando migas de pan y explicándome como se hacen, también me veo a mi, estudiando y escuchando tu voz de fondo gritándole a los presentadores de la televisión y veo mañanas de Navidad, cenas y comidas familiares y tu sofá, ese gran sofá que era tuyo, solo tuyo. A veces veo tu radio por casa, en algún cajón o baúl, esa pequeña, gris, pero con la potencia del mas grande equipo de música, que, por las noches inundaba nuestros oídos, al principio siempre me quejaba de que no podía dormir, de que quería que la bajaras porque la ponías muy alta y yo al día siguiente madrugaba, pero ahora que no suena y descansa me quejo porque no la puedo escuchar y eso significa que tu no estás.
Te echo de menos, te echamos de menos. Si pudiera, te pediría que volvieses a pasarte por aquí.

jueves, 11 de octubre de 2012

Necesito que necesites la necesidad de necesitarme.

He perdido la noción del tiempo al igual que los calcetines entre las sábanas y todo desde que no me paro a escribir, ni para ti, ni para ningún otro imbécil que me haga sentirme las mas tonta del universo. Me niego, por activa, pasiva, interrogativa, exclamativa, exhortativa, desiderativa y todos los tipos de enunciados que quieras imaginar, me niego a escribirle al amor. Bueno, si esto que siento o que no siento es algo parecido al amor. Lo siento, perdóname, pero no puedo inspirarme si no pienso en un ''El''. Es irónico, algo patético y siempre suicida, pero ya lo decía mi madre soy una enamoradiza que nunca se ha enamorado y que no sabe si lo que ha sentido en el estómago ha sido hambre o mariposas. No se si será un don, una desgracia o simplemente una falta de oportunidad, pero, de un modo u otro soy la misma idiota de siempre. Esa que está siempre aquí regalando lineas y escribiendo sentimientos a quien sabe qué imbécil relacionado con una puesta de sol y un beso a medianoche, esa que solo escribe cosas sin sentido, contradiciéndose a si misma mas de cien veces, y mas de mil si me lo permites,a la que quizá porque no se le den bien las matemáticas no sabe mediar ni poner punto cero entre su cabeza, su alma y su corazón. Esa que está harta de ti, de mi, de la vecina, de su perro y de sus propios sentimientos y pensamientos carentes de sentido común. Aquí me quedo esperando, no se a qué o quien y tampoco estoy segura del porqué pero me quedo. Mientras tanto me entretengo escuchando canciones que son nuevas para mi porque por suerte o por desgracia, todavía no me recuerdan a nadie, solo me recuerdan episodios de mi vida que no he experimentado, y, permite la osadía, tu deberías experimentarlos conmigo.