Siempre hay un roto para un descosido.

sábado, 31 de agosto de 2013

Incomprendidas la luna y yo, ella por bonita y yo por complicada.

Me hiciste comprender que la primera persona del plural es lo mas bonito que nunca tendremos. Y es que nunca tuvimos nada.
Ojalá algún día tenga un escalofrío recorriendo mi médula espinal mientras deslizo mi dedo en tu cuello y susurro un ''nosotros'' en silencio.
No creas que esto lo escribo por el calor o por el frío en mis articulaciones y que no me dejan pensar bien, en realidad no es mas que un claro de luna entre las nubes que despiden el verano, mi verano.
Cambio mi verano si me cedes tu invierno, para seguir subiendo por la nieve que sobrevive en tus omóplatos, para colgarme en los sueños que se adormecen en tus pestañas y acabar fundiendome con la música que araña tu abdomen.

Me hiciste comprender.

No hablaré de la temperatura de nuestros cuerpos,
todavía me recuerda al infierno.
No hablaré de la lluvia en el desierto,
todavía me recuerda a mis lagrimas.
No hablaré en primera persona del plural,
todavía me recuerda a ti.
No hablaré de los escalofríos que recorren aún mi médula,
todavía me recuerda a tus susurros.
No hablaré de los sonidos de la noche,
todavía me recuerdan a tu risa.
Y por supuesto nunca más hablaré del frío que hacía esta madrugada,
todavía me castañea el alma.

Y si alguna vez hablo de todo esto,
si alguna vez se me ocurre revivir el infierno,
si alguna vez se me ocurre llorar de nuevo,
si alguna vez vuelvo ha hablar en primera persona del plural,
si alguna vez algún otro escalofrío me vuelve a recorrer el cuerpo,
y si alguna vez tus susurros y tu risa vuelven a pasar por aquí,
mi alma ya no castañeará, porque cariño, tú la destruyes,
tú me paralizas.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Muy pequeñas esas dudas infinitas.

Las llamas devoran la madera mientras me dejo llevar por el repiqueteo de las gotas de lluvia en el cristal. La fragancia de café puro, de chocolate con leche, impregna el aire esta noche, que pena que no lo haga la fragancia de tu cuerpo contra el mio, siendo sincera.
Será el sonido de ese piano que se derrite con una guitarra o las dos botellas vacías que ruedan por el suelo y cuyo contenido me está quemando ahora la garganta, pero déjame que te diga que debería estar conmigo, y que si fuese así escribiría estas letras, pero no aquí, si no con mis uñas en tu espalda.

Viendo una película trágica me asalta la duda, ''¿Quien quiere que le regalen flores cuando está muerto?''.

Hoy me he levantado con los primeros rayos del sol que se colaban por las rendijas... y tras haber despertado de un amargo sueño o una pesadilla, me pregunté: ''¿Que día es hoy?''.
Mi cabeza se mueve de aquí para allá observando atenta los cadáveres de los recuerdos con la irónica y absurda idea de intentar revivirlos, pero no tuvo modo de hacerlo.
Los recuerdos no existían mas, solo el presente que hacía flaquear mi alma repitiendo todo el rato ''esta es la realidad''. Y de pronto comprendí todas las lagrimas, las noches de soledad, los insomnios, la angustia, la incertidumbre de que pasará... todo, todo, todo había sido real y hasta ahora no me daba cuenta de ello.
Ya no tendía que verlo, ni que preocuparme de llamarle, ni nada. Oh, por cierto, ¿Que día es hoy?.

Te recuerdo ahí, luciéndote.

Y ahora creo que me sentaré en el suelo con tu ropa vieja, que lo único que no se es como hacer para que me eches de menos. Puestos a ser sincera nunca pensé que fuésemos a tener un último beso, un último baile o un último encuentro... Nunca pensé que acabaríamos así, aunque tu nombre siempre estará en mis mejores recuerdos. 
Y es que aún cierro los ojos y puedo ver ese baile, esa forma de agarrarme la mano para que saliese contigo a la pista, aunque nunca he sido mucho de bailar por ti siempre lo hacía, y es que en este momento lo que mas echo de menos es estar a punto de decir algo y que me dejes a media palabra con uno de tus besos. Siempre echaré de menos esas groseras interrupciones. 

domingo, 4 de agosto de 2013

Y es que eso a lo que llaman amor, solo trae penas, borracheras y lagrimas.

No creas que serás hoy quien vuelva a inspirarme, otras cosas me inspiran menos que tú, pero al final lo hacen, es mas complicado escribir pensando en una nube que pensando en ti, pero a mi siempre me han gustado los retos.
Y que me inspire el tiempo, o la música a escribir de algo que no sea el amor y sus ventajas, hoy, quizá, escriba de sus desventajas, desventajas que aparecen cuando te corresponden y cuando no, desventaja cuando hay que despedirse porque nunca nada es para siempre, desventaja cuando te conformas con verlo sin tocarlo, y es que al final trae mas a cuenta anudarse el corazón, vendarse los ojos y taparse los oídos antes que dejar que un don Juan vagabundo y de mala fama te rompa los esquemas, y mas importante aún, el corazón y la cabeza.