Siempre hay un roto para un descosido.

sábado, 27 de julio de 2013

''Cuanto hablan los puntos suspensivos, siempre tan callados''.

Volví a aquel restaurante de comida rápida, aquel cine, aquella casa. Era tarde. Demasiado. Puede que fuesen los efectos de no dormir. No, no creo que fuese eso, ¿Por qué no hay luz en esta calle?. Alguien la mira. Está segura. Es una sensación extraña, como saber que tienes el peligro en los talones. El seseo de una serpiente a solo tres centimetros. No te des la vuelta. No camines sola. ¿Por qué no le hice caso?, ¿Por qué?. Aprieta el ritmo, rápido, cada vez mas, ahora da zancadas. Cerca. Cada vez mas cerca. Corre. No sirve. Su respiración se acelera. No tiene oxigeno. Rápido, piensa un último recuerdo que haya valido la pena. Ese último verano con sabor a invierno. Tarde, muy tarde. La soledad ya la ha alcanzado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario